Esta joven pintora profundiza con mirada serena en lo trágico de la vida, percibe la violencia y la transporta a sus cuadros con vigor expresivo. La distorsión de sus seres potencia su energía y dinamismo.
Nada es estático, todo se mueve con ritmo vertiginoso y humanos y bestias armonizan con la naturaleza.
Madurez, ironía, pinceladas de humor transmutan este mundo mítico
de Ana Videla”.